- Las flores de hibisco son una excelente fuente de antioxidantes, incluidos los flavonoides y los polifenoles. Estos antioxidantes ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, protegiendo las células y los tejidos del daño causado por los radicales libres y reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.
- Se ha demostrado que los antioxidantes presentes en el hibisco ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol "malo") y triglicéridos en la sangre, al tiempo que aumentan los niveles de colesterol HDL (colesterol "bueno"). Esto puede ayudar a mejorar la salud cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
- El hibisco puede ayudar a reducir la presión arterial alta gracias a sus propiedades diuréticas y vasodilatadoras. El consumo regular de té de hibisco se ha asociado con una ligera disminución de la presión arterial en personas con hipertensión arterial.
- El hibisco puede ayudar a promover la salud digestiva al aliviar el estreñimiento, mejorar la función intestinal y aliviar los síntomas de la indigestión. Sus propiedades laxantes suaves pueden ayudar a suavizar las heces y facilitar su paso a través del tracto digestivo.
- El hibisco es rico en vitamina C y otros antioxidantes que ayudan a promover la salud de la piel, estimulando la producción de colágeno, protegiendo contra el daño causado por los radicales libres y reduciendo los signos del envejecimiento, como las arrugas y las manchas oscuras.
Imagen
